jueves, 25 de agosto de 2011

CIRCUITO DE MENSAJES


Ralph Fasanella fue un pintor que retrataba ciudades, sobre todo New York. Sus cuadros eran un extraña amalgama de perspectivas en las que agrupaba distintos ángulos de la ciudad, encuentros entre edificios, escenas de ventanas desde la que se miraba la vida de la ciudad, vivencias de personas anónimas que forman el torrente sanguíneo de sus calles… En sus cuadros suelen aparecer escritas palabras que encierran como cajas, porciones del alma de un lugar. Y es que la ciudad nos muestra continuamente su naturaleza, para lo bueno y para lo malo en este continuo «circuito de mensajes» que Fasanella intentaba captar en los cuadros que pintaba.

En Feria, la diferencia entre lo que vemos en televisión y lo experimentado en la realidad, no es el filtro en sí, que también existe en las sensaciones personales al vivir un lugar, sino el diseño del filtro. En los diseños de los filtros van implícitas las características que se desean para la realidad que se filtra. Los tamices son el mensaje más claro de cómo gustaría que fuese lo expuesto. En Málaga, una cosa es la feria que se quiere, esa que vemos en los resúmenes televisivos: de verdiales, paseos con trajes típicos, fiesta bulliciosa pero respetuosa, y otra la que se tiene y que maltrata todos los sentidos llenando de caudalosos orinocos e incomprensible barbarie los espacios más valiosos del Centro Histórico de la ciudad.

Una ciudad y sus habitantes son realidades comunicantes, la una influye sobre la otra de forma inefable y recíproca, de tal modo que al hacer una ciudad, sus habitantes se están moldeando también a sí mismos. En unas Jornadas sobre Democracia y Universidad del Foro Complutense de Madrid, José Saramago nos hablaba de cómo la Universidad y la ciudad son corresponsables de la construcción de nuevas mentalidades, lo que es lo mismo que decir del progreso de la cultura. Sabemos la feria que se quiere (la de la tele). La que se tiene está muy desenfocada. Demasiado. Lo que nos permite ser optimistas de que la mejora no solo es necesaria y posible, sino irremediable visto lo visto. Es tarea de todos conseguirla, si no queremos retroceder en logros obtenidos.


Artículo publicado en La Opinión de Málaga

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