jueves, 13 de septiembre de 2012

PLAZA SIN NOMBRE




Todos los personajes importantes de una historia tienen un nombre. Que una realidad tenga nombre es muestra de que ha trascendido, de que ha sido objeto de reflexión y por ello se incorpora a nuestro mundo, interiorizándose y enriqueciendo nuestro pensamiento. Un nombre vuelve una realidad pensable. En una ciudad, algunos espacios públicos dejan un reguero de nombres que hablan de su importancia en las distintas historias: la Plaza de la Constitución fue en sus orígenes Plaza Pública, después Plaza de las Cuatro Calles, también de la Libertad, de la República y del 14 de Abril; y tras ser la Plaza de Primo de Rivera recuperó su nombre actual.

Que un espacio público no tenga nombre da muestras de su marginación, es decir de su devenir histórico al margen de los acontecimientos constituyentes de una ciudad. Y esto sucede habitualmente como resultado de un proceso urbano incierto, lleno de intervenciones que no consiguen calmar el potencial del lugar, ni alcanzar una identidad y geometría convincente, y por ello, duradera en el tiempo.

Este ha sido el caso del vacío entre las calles Marqués y Camas, techo del aparcamiento público de calle Camas, recientemente liberado tras la retirada del mercado provisional que hizo posible la restauración del Mercado de Atarazanas. Las dimensiones del nuevo escenario, reconquistado inmediatamente por los peatones que recuperan itinerarios y accesos al Centro Histórico desde las calles Marqués o Moreno Carbonero, abre nuevamente la incógnita sobre su nueva identidad.

La arquitecto Dolores Hayden, urbanista y poeta americana, estudió en Building Suburbia los lugares-sapo, así llamados por su contaminación y precariedad urbanística, habiendo algo en ellos, en palabras de Agustín Fernández Mallo de «seductora autodestrucción controlada». Esta plaza sin nombre que nunca fue plaza tiene ahora la oportunidad de cualificarse como un espacio urbano nuevamente incorporado al viario; y revalorizar con ello los sufridos inmuebles aledaños.

Más que nunca las intervenciones urbanas deben ser acertadas para evitar el derroche económico de planteamientos faltos de calidad arquitectónica. Parece lógico que la ciudad se procure mediante concurso el mejor proyecto posible, que entienda la naturaleza urbana del lugar y no se ampare en la crisis para seguir la senda de la mediocridad.

1 comentario:

  1. Senza venire la storia con la scritta explendidamente hanno l'impressione che le due cose sono penetrati nell'autore: carne coinvolgente e Fernandez Mallo.El capire me.

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